La estrella de David es, según Cirlot, un signo directamente relacionado con el potencial espiritual del individuo y también un símbolo del alma humana, que es expresada como la conjunción de la conciencia y el inconsciente, a través del encuentro del triángulo, que alude al fuego, y el triángulo invertido, que evoca el agua.
La estrella de David es uno de los más conocidos símbolos identitarios del judaísmo y también de las culturas hebreas pasadas y presentes, tanto en la diáspora como en el moderno Estado de Israel.
La estrella de David pudo haber sido adoptada por ser simbólica del mensaje monoteísta de los hebreos: un mensaje de conjunción, que es conocido como la Alianza.